Desde que nacemos nuestra vida gira en torno a la ocupación. De pequeños nuestro primer cometido es explorar el mundo, entonces poco a poco vamos creciendo y llegan los estudios, el trabajo, el amor, la familia y nuestras ocupaciones van cambiando a medida que vamos envejeciendo. Pero lo que no cambia es la importancia que tienen en nuestra vida.
En Santa Justa procuramos hacer sentir a cada uno de nuestros residentes que la vida entre estas paredes está llena, valga la redundancia, de vida. Y lo conseguimos haciendo que cada ocupación de nuestro día a día sea significativa e importante, desde levantarnos, hasta desayunar, asistir a terapia, recibir una sonrisa o un abrazo o salir a pasear por el jardín.
Porque las ganas de vivir intensamente y de disfrutar de los pequeños momentos que nos ofrece cada nuevo día deben permanecer latentes siempre. Seguiremos desde Santa Justa generando un poco de vida y poniendo pasión en cada una de las cosas que llevemos a cabo.
Jimena Ibáñez Pérez
Terapeuta ocupacional