La huerto terapia es una tarea creativa que favorece el trabajo mental y la autorrealización, al tener que recordar los conocimientos adquiridos en el campo. Y, además, fomenta una alimentación saludable.
Los recuerdos vuelven a la mente de nuestros residentes a través del contacto con la tierra, los olores… todas esas plantas que les devuelven su experiencia, de las que se pueden hacer responsables y que les vinculan con la naturaleza. Además, esta actividad saludable estimula la movilidad y la memoria, además de fomentar la integración y la rehabilitación.
Huerto terapia en Santa Justa
Crecimiento de hortalizas en el jardín de Santa Justa
Los beneficios de una actividad ocupacional como la huerto terapia se enclavan en tres áreas: físicas, cognitivas y psicológicas. Desde el punto de vista de los beneficios físicos, esta actividad favorece la psicomotricidad fina y gruesa, reduce la presión sanguínea y el ritmo cardiaco y aumenta la producción de endorfinas. Si nos fijamos en los beneficios cognitivos, entre ellos, podemos contar con la estimulación de la memoria, la mejora de la coordinación y favorece el desarrollo tanto cognitivo como creativo. Muchos de nuestros residentes han tenido huertos, y no solo los recuerdos, sino también su conocimiento previo hace que esta actividad sea perfecta para desarrollar. Y como beneficios psicológicos, no solo favorece las relaciones sociales, porque comparten sus experiencias actuales y pasadas, sino que mejora el estado de ánimo y la sensación de bienestar, además de disminuir el estrés y la ansiedad.