LA ALIMENTACIÓN EN SANTA JUSTA
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DON FERMÍN ÁLAMO, EL ARQUITECTO DEL ASILO DE SANTA JUSTA
septiembre 28, 2023En Santa Justa, como en cualquier casa, nos adaptamos a los diferentes tipos de alimentación y dietas que necesitan nuestros residentes. Una de las ventajas es que contamos con cocina propia, con lo que nos garantizamos diferentes aspectos importantes a la hora de elaborar los menús.
El principio por el que se rige en general es siempre ofrecer una dieta equilibrada, con diferentes grupos de alimentos, como frutas, verduras, cereales, proteínas y lácteos, con el objetivo de asegurar los nutrientes principales. Algunos de nuestros residentes tienen pautadas dietas específicas, según sus condiciones, como bajas en sal o bajas en grasas. Otros necesitan cambios en las texturas si presentan dificultades en la masticación o en la ingestión. Así facilitamos el aporte de nutrientes de una manera cómoda y lo que es más importante, segura para ellos.
La clave para llevar una alimentación adecuada en Santa Justa reside en la personalización de las dietas, la presencia de alimentos frescos, la atención a las necesidades especiales y la cohesión del grupo.
Alimentos frescos
En Santa Justa contamos con una red de proveedores locales o kilómetro cero para nuestros alimentos frescos, que varían según la época del año. Sabores y alimentos de siempre, reconocibles y apetitosos, que ayudan a estimular el apetito y a disfrutar de la comida. Con una buena planificación y nuestra atención centrada en la nutrición, contribuimos a la calidad de vida y el bienestar de nuestros residentes.
Cocina propia
Disponer de un gran espacio para manipular los alimentos, 4 cámaras refrigeradas y redundadas, maquinaria profesional de colectividades, brazos robotizados y aparatos que nos ayudan con las texturas, más allá de las batidoras, hacen que en las instalaciones de Santa Justa podamos garantizar no solo la calidad de la comida sino también la variedad y la adaptación de las dietas.
Comedor compartido
Nuestros comedores son espacios para socializar y relacionarse. Más allá de funciones prácticas, como que cada asiento está identificado con el nombre, la foto y el tipo de dieta de cada uno de nuestros residentes, son espacios amplios donde cada persona llega a su sitio asignado y comparte mesa con sus compañeros, con los que se relaciona y cambia impresiones.
