Cada una de estas terapias se adapta a las características de cada uno de nuestros mayores y busca unos objetivos específicos individuales y colectivos.
Con ellas estimulamos y mantenemos las capacidades, se mantiene conectado con su entorno, fomentamos sus relaciones sociales, reducimos los niveles de ansiedad y conservamos funciones cognitivas... en general trabajamos para mejorar su calidad de vida.
Nuestra Sala de Estimulación Sensorial está especialmente diseñada para residentes con distintos grados de deterioro pero principalmente para aquellos que no pueden recibir estimulación a través de otras actividades por tener limitadas sus capacidades físicas y cognitivas.
La sala se basa en el concepto “Snoezelen”. Este término hace referencia a una intervención global destinada a proporcionar a las personas estímulos sensoriales que les faciliten una sensación de bienestar a partir de estimulación o relajación, según los objetivos propuestos. El espacio está adaptado con material técnicamente preparado para generar experiencias sensoriales diversas. Por ejemplo, cuenta con columnas de burbujas, proyector de efectos, sillón vibro-acústico, haces y ducha de fibra óptica, bola de espejos, focos de luz multicolor, luz UV, elementos reflectantes, túnel infinito o difusor de aromas.
Este recurso, con el que trabajamos desde hace ya 7 años, se suma a otras actividades terapéuticas de la Residencia Santa Justa. Todas ellas tienen un fin común: atender, cuidar, mimar y mejorar la estancia en nuestro centro.
El objetivo principal es mejorar las funciones cognitivas del residente para promover sus áreas ocupacionales. Nos centramos en mejorar la atención, la memoria y en favorecer la orientación espacio-temporal.
Con el objetivo de estar mental y físicamente activos, y promover la independencia y la autonomía de nuestros residentes en el desempeño de las tareas diarias, como el vestido, el aseo personal o la alimentación, utilizamos juegos que fomentan la psicomotricidad fina.