Doña Justa era nieta de Don Ángel Herreros de Tejada y Aragón, que fue Escribano y Notario Real de la Villa de Lumbreras, aunque era originario de Laguna de Cameros. Se sabe que el abuelo era de profundas convicciones religiosas, bueno y sencillo. Se casó cuatro veces y tuvo siete hijos. De su primer matrimonio, con Doña Alejandra Hidalgo Melón, natural de Matute, nació Don Melitón (1817), en Lumbreras.
Don Melitón Herreros de Tejada, padre de doña Justa y escribano real, se casó con su enamorada en 1838, Doña Mariana García y Martínez, natural de Matute. Trasladaron su residencia a la aldea de El Horcajo y pasaron a cuidar una pequeña hacienda y ganado. Allí nacieron los tres primeros hermanos de doña Justa: Concepción (1839), Melitón (1842) y Aniceto (1844). El matrimonio se trasladó a Lumbreras, donde nacieron Ángel (1846), Justa (1848), Nicasia (1850) y Matías (1853).
El año de nacimiento de Doña Justa, el censo de Lumbreras constaba de 150 vecinos. La mayoría de ellos vivían de la ganadería, la agricultura y el comercio de paños. Sus padres no eran una excepción, pues eran labradores que vivían con cierta holgura, pues Melitón gozaba de cierto patrimonio por herencia materna. La familia de Dona Justa Herreros de Tejada vivía de manera holgada en la sierra camerana, sin lujos y sin agobios. Poco tiempo después la familia se vio sorprendida con la inesperada herencia del hermano de Doña Marta, abuela materna de Doña Justa, que hizo fortuna como comerciante en Méjico.
Se trasladaron a Logroño, donde disfrutaron de una vida mejor. Doña Justa, junto con su hermana Nicasia, estuvo interna en el Colegio de Religiosas Dominicas de Casalarreina, Nuestra Señora de la Piedad; un colegio de "señoritas" donde se impartían clases de cultura e idiomas a un selecto alumnado procedente de la burguesía riojana. Al finalizar su formación regresó a la casa paterna de Logroño. Allí alternaba con lo más granado de la floreciente sociedad riojana; eran frecuentes las invitaciones a fiestas de sociedad que se celebraban en las casas de las principales familias, entre las que destacaba la de los marqueses del Romeral, tíos carnales de Doña Justa (su madre y la marquesa eran hermanas).